El ministro alemán de Economía y Energía, Robert Habeck, da una rueda de prensa. Fotografía: Michael Kappeler/AP

Alemania ha advertido que un boicot inmediato a los suministros de gas y petróleo de Rusia podría perjudicar a su propia población más que a Vladimir Putin, trayendo consigo desempleo y pobreza masiva.

La perspectiva de nuevas subidas de precios de la energía alimenta el temor a un periodo de elevada inflación, lento crecimiento económico y un elevado desempleo.

La volatilidad en los mercados de materias primas como el petróleo, el níquel o el trigo, a causa de los riesgos de la oferta que se han derivado de la guerra en Ucrania, también ha alcanzado al gas natural llevando el precio a récords en las últimas semanas.

Banderas frente al edificio de la Comisión Europea.. Fuente: Wikipedia

La Comisión Europea (CE) ha desvelado un nuevo plan de acción para reducir la dependencia europea de los combustibles fósiles rusos antes de 2030, en medio de la invasión rusa de Ucrania.

La Comisión Europea había esbozado un plan para reducir la demanda de gas ruso de la UE en dos tercios para finales de 2022.

Rusia está preparada para una llevar adelante una dura confrontación con Europa en el sector energético, advirtió Nikolai Kobrinets, director de cooperación europea en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia..

Se están produciendo cambios geopolíticos a medida que se forjan nuevas alianzas y se inflaman viejos agravios.

La invasión de Ucrania por parte del presidente Vladimir Putin está obligando a los gobiernos de todo el mundo a digerir las consecuencias geopolíticas de la guerra perseguida por una superpotencia energética.

La construcción de nuevas fuentes "no se hará de la noche a la mañana", dice Scholz

El canciller alemán, Olaf Scholz, se mostró contrario a cortar el suministro energético de Rusia, calificando las importaciones de petróleo y gas de "importancia esencial" para la economía europea.