El análisis de Reuters basado en los datos aduaneros muestra que las importaciones de petróleo de China procedentes de su principal proveedor, Arabia Saudita aumentaron un 47% en 2019. Esto siguió a una nueva estrategia de Saudi Aramco, que amplió su base de clientes para incluir a los refinadores privados, no solo refinadores estatales.
Nueva estrategia de mercadeo de Aramco
El gran impulso anual de los envíos sauditas a China es producto de la nueva estrategia de mercadeo de la empresa estatal Saudi Aramco, la cual firmó al menos dos nuevos contratos de suministro con refinadores privados en China que entraron en el mercado a partir de finales de 2018. Anteriormente, Saudi Aramco sólo había tratado con los refinadores estatales de China en contratos a largo plazo.

Los envíos a China en 2019 procedentes del principal exportador mundial de petróleo suman un récord de 83.32 millones de toneladas, equivalentes a 1.67 millones de barriles al día (bpd), según datos de la Administración General de Aduanas. Los envíos de diciembre de 2019 llegaron a 6.99 millones de toneladas.
Rusia, el proveedor No. 2 de China, envió un récord de 77.64 millones de toneladas en 2019, alrededor de 1.55 millones de bpd, un aumento de alrededor del 9% con respecto al año anterior. La demanda de las refinerías independientes de China para el crudo ESPO -uno de los principales grados de exportación de Rusia- ayudó a aumentar el número.
Las importaciones de China procedentes de los Estados Unidos, gravemente afectadas por la prolongada guerra comercial, se redujeron casi a la mitad en 2019 a 6.35 millones de toneladas, y en diciembre de 2019 no hubo importaciones.
Sin embargo, se espera que China aumente las compras de petróleo estadounidense en 2020 después de comprometerse a comprar al menos 52,400 millones de dólares de productos energéticos estadounidenses en los próximos dos años como parte de un acuerdo de Fase 1 para poner fin a una prolongada disputa comercial.
China mantuvo algunas compras de petróleo iraní en 2019 a pesar de la presión del gobierno de Estados Unidos para eliminar las exportaciones de petróleo de la nación persa, y la mayoría del petróleo probablemente se va a las existencias del gobierno, según la investigación petrolera de Refinitiv.

Las investigaciones de Refinitiv mostraron que China continuó comprando una cantidad limitada de petróleo iraní después de que Estados Unidos aplicara sanciones contra la nación persa. En 2019, China importó aproximadamente 14.77 millones de toneladas, la mitad de la cantidad que importó en 2018.
Los envíos directos desde Venezuela fueron nulos por tercer mes consecutivo, ya que China National Petroleum Corp (CNPC), el principal cliente de la estatal petrolera PDVSA, decidió suspender negociaciones de petróleo con esta nación para evitar violar las sanciones establecidas por Estados Unidos.
Las importaciones anuales procedentes de Venezuela cayeron en casi un tercio a 11.39 millones de toneladas, según los datos aduaneros.
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