Antes de que atacara el virus mortal en el país asiático, la industria energética estaba afrontando otra amenaza: el invierno más cálido que se haya registrado. El clima representa un riesgo importante para las empresas de energía, debido a que tanto la oferta como la demanda de la misma, dependen de los resultados climáticos.

El uso de energía es uno de los sistemas más expuestos a los cambios en el clima. Se espera que el aumento de la temperatura ambiente aumente la demanda de enfriamiento de la temporada de calor y podría disminuir la de calefacción de la época de frío en múltiples sectores, así como aumentar la sol ixitudde riego de la agricultura durante estaciones de cultivo.
La expansión de la población, el crecimiento económico, el comportamiento de los individuos, el ritmo del desarrollo tecnológico, entre otros factores, son múltiples fuentes de incertidumbre que interactuarán para determinar la demanda futura de diferentes fuentes de energía en las regiones.
¿Cómo afecta el invierno más cálido?
Según los datos de demanda impulsados por el clima, Asia y EE. UU. están teniendo los inviernos más cálidos registrados y Europa el segundo, según Joe Woznicki, meteorólogo de Commodity Weather Group LLC. Para ilustrarlo con datos, la demanda de calefacción, conocida es 12 % inferior al promedio de 10 años en los EE. UU., 14 % más baja en Asia y 13 % en Europa.
Por otro lado, está Rusia, país que depende de sus compañías de petróleo y gas para alrededor del 40 % de los ingresos presupuestarios. Las exportaciones de petróleo se han mantenido estables, pero las de gas están cayendo. Sergei Kapitonov, analista de gas en el Skolkovo Energy Center con sede en Moscú, estima que las exportaciones de Gazprom a Europa y Turquía cayeron en enero aproximadamente un cuarto respecto al año anterior. Las acciones de Gazprom cayeron un 11 % este año.
El colapso de los precios del petróleo, estimulado por el coronavirus, pero impulsado por el clima cálido, llevó a Arabia Saudita a presionar a sus aliados de la OPEP + para que frenaran la producción. Tres días de disputas en Viena no produjeron un resultado claro, pero es un recordatorio de que el reino no puede administrar sus finanzas estatales con los precios del petróleo en caída libre. Desde Argelia hasta Venezuela, dinámicas similares están en juego.

La electricidad en Noruega, por ejemplo, proviene del agua corriente a través de turbinas. El enero más húmedo desde que comenzaron los registros, convirtió un déficit de agua en los embalses en diciembre, en un enorme superávit en enero, y los precios cayeron en el mercado eléctrico nórdico.
El invierno anormal difícilmente podría haber llegado en peor momento para el mercado de gas de Estados Unidos, que ya está sufriendo un exceso. Los perforadores de esquisto bituminoso de EE. UU. han producido dos años de crecimiento de producción sin precedentes y en la cuenca del Pérmico del oeste de Texas y Nuevo México hay tanto gas, el subproducto de la extracción de petróleo, que los productores incluso están pagando para deshacerse de él.
Conclusión – Luz en el horizonte
Este invierno cálido está causando muchos problemas en el mundo, osos que no hibernan, competencias de esquí canceladas por falta de nieve, aguas que suben y temperaturas récord en la Antártica, pero el sector energético también se ha visto afectado, porque el clima cálido no impulsa la demanda de petróleo.
Es cierto que el mundo ha atravesado los años más calurosos, pero afortunadamente, se ve luz en el horizonte. Ha crecido enormemente el consumo de energía renovable y sus precios han caído drásticamente, lo cual apunta que para el año 2050 el 50 % del consumo de energía provendrá de fuentes renovables y de ellas casi el 86 % será usado para la generación eléctrica.
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