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El consorcio detrás del gasoducto de gas natural Nord Stream 2 liderado por Gazprom ha reanudado el tendido de tuberías en alta mar en Dinamarca a pesar de la creciente presión sobre el proyecto desde Washington.
Según un artículo de Reuters, la construcción del enlace, que duplicaría la capacidad del gasoducto Nord Stream existente a 110 mil millones de metros cúbicos de gas por año, se suspendió en diciembre de 2019 debido a la amenaza de sanciones de Washington.
La construcción del gasoducto está casi completa, pero quedan alrededor de 120 kilómetros en aguas danesas y 30 kilómetros en aguas alemanas, antes de que toque tierra en la ciudad costera de Lubmin, en el norte de Alemania, cerca de Greifswald.
Estados Unidos ha dicho durante mucho tiempo que el gasoducto aumentará la influencia rusa sobre Europa y evitará Ucrania, privando a Kiev de lucrativas tarifas de tránsito. Estados Unidos también está interesado en vender su gas natural licuado transportado por el mar a países europeos. Además, el presidente Joe Biden declaró que Nord Stream 2 era un "mal negocio para Europa".
Sin embargo, el gobierno alemán ha apoyado el proyecto y, a fines de diciembre, un barco llamado Fortuna, que posteriormente fue sancionado por Washington, colocó una parte de 2,6 kilómetros del oleoducto en aguas alemanas.
Vale la pena señalar que el consorcio dijo a Reuters en un comentario enviado por correo electrónico el sábado que las últimas actividades de tendido de tuberías del Fortuna siguieron a la finalización exitosa de las pruebas en el mar, y agregó: “Todas las obras se realizan de acuerdo con los permisos pertinentes. Proporcionaremos más información sobre las obras de construcción y la planificación adicional a su debido tiempo”.
Dada su gran importancia económica y estratégica, Nord Stream 2 ha estado cada vez más en foco tras el encarcelamiento del crítico del Kremlin Alexei Navalny y el anuncio de la expulsión de diplomáticos europeos de Rusia el viernes pasado.
El 5 de febrero, la canciller alemana, Angela Merkel, dijo que Berlín seguía apoyando el gasoducto. La posición de Alemania es que es un proyecto comercial.
El proyecto del gasoducto Nord Stream 2 está dirigido por el gigante ruso Gazprom y la mitad de la financiación proviene de cinco socios europeos: Uniper de Alemania, Wintershall de BASF, el angloholandés Shell, OMV de Austria y Engie.
El proyecto está diseñado como dos líneas paralelas de 48 pulgadas, de aproximadamente 1.200 kilómetros de largo, cada una comenzando al suroeste de San Petersburgo y terminando en la costa alemana, Greifswald.
Los gasoductos tendrán capacidad para transportar 55 mil millones de metros cúbicos de gas ruso al año a la UE, durante al menos 50 años.
Noticia tomada de: Offshore Energy / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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