Rolls-Royce abrazó los vehículos eléctricos en 2017 cuando confirmó que dejaría de lado el desarrollo de híbridos para pasar directamente a los vehículos eléctricos. Desde entonces, los rumores sobre los planes de la compañía se han filtrado, con el fabricante de automóviles patentando el nombre de Silent Shadow en 2020.
Ahora, sin embargo, el CEO de Rolls-Royce, Torsten Mueller-Oetvoes, ha confirmado que el desarrollo de este modelo de nombre creativo, que es un guiño al Rolls-Royce Silver Shadow de época, está en marcha.
Los detalles sobre el nuevo vehículo eléctrico de lujo no están disponibles, ya que la empresa no quiere informar sobre el proceso de desarrollo. Mueller-Oetvoes confirmó la noticia en una entrevista con Bloomberg Television, según Automotive News Europe.
Dijo que sería un "flamante Rolls-Royce, tenlo por seguro". No proporcionó ninguna fecha para el debut del modelo, ya que "todavía es un secreto", aunque los rumores anteriores sugerían que llegaría en algún momento de la década.
La compañía no es conocida por sus ruidosos y atrevidos motores, como señala Mueller-Oetvoes en la entrevista, por lo que los motores eléctricos encajan bien en la estética de la marca de lujo: "es un motor potente, es súper silencioso", dijo.
Los rumores sugieren que Rolls-Royce ya está probando su tecnología para vehículos eléctricos en el prototipo del Phantom, aunque el vehículo de producción será un nuevo modelo independiente. Al parecer, BMW compartirá con la marca la tecnología que ofrece en el crossover eléctrico iX y en el i7.
Su diseño se inspirará supuestamente en el 103EX Concept de 2016, cuya elegante forma oculta la avanzada tecnología que BWM compartirá con la marca. El concepto contaba con una gran cantidad de tecnología, incluida una autonomía total: el interior carecía de cualquier tipo de control del vehículo.
El estatus de Rolls-Royce como nicho y su limitado número de producción significan que podrían pasar varios años antes de que el Silent Shadow llegue a los concesionarios, incluso si los reguladores gubernamentales están presionando a los fabricantes de automóviles para que pasen a producir vehículos eléctricos.
Recordemos que en el Reino Unido, donde Rolls-Royce tiene su sede, anunció el año pasado que prohibiría la venta de coches nuevos de gasolina y diésel en el país a partir de 2030.
Noticia tomada de: motor1 / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
Te puede interesar: