Boeing tiene previsto lanzar su vehículo para astronautas denominado CST-100 Starliner en un segundo vuelo de prueba el 25 de marzo, según anunciaron los responsables de la empresa el pasado lunes (25 de enero).
Un cohete Atlas V de United Launch Alliance lanzará la nave espacial sin tripulación desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, en Florida, tras lo cual el Starliner intentará reunirse y acoplarse con la Estación Espacial Internacional (ISS), algo que la nave no logró hacer durante su primer vuelo de prueba, llamado Orbital Flight Test-1 (OFT-1), en diciembre de 2019.
La próxima misión, llamada Orbital Flight Test-2 (OFT-2), no formaba parte originalmente del itinerario de Boeing cuando la compañía estaba desarrollando Starliner para el Commercial Crew Program de la NASA. Pero después de que una serie de fallos impidieran al OFT-1 llegar a la ISS y provocaran un aterrizaje anticipado en Nuevo México, la NASA y Boeing decidieron volver a realizar el vuelo de prueba sin tripulación antes de lanzar Starliner con astronautas a bordo.

El anuncio de la fecha de lanzamiento prevista para el OFT-2 se produce justo una semana después de que el Starliner de Boeing superara una prueba clave de recalificación del software, durante la cual los equipos de Boeing "llevaron a cabo una revisión completa del software y varias series de pruebas para verificar que el software del Starliner cumple las especificaciones de diseño", dijeron funcionarios de Boeing en un comunicado.
"Boeing también completará una simulación de extremo a extremo del vuelo de prueba OFT-2 utilizando el hardware de vuelo y las versiones finales del software de vuelo de Starliner para modelar el comportamiento esperado del vehículo antes del vuelo", añadió el comunicado. Boeing había sido criticado por no realizar tal prueba "de extremo a extremo" para el OFT-1 en 2019, cuando Starliner no alcanzó la órbita correcta.
Si todo va según lo previsto con OFT-2, la nave espacial Starliner realizará una maniobra de inclusión en órbita unos 31 minutos después del despegue, enviando la nave espacial en su camino a la ISS, donde se espera que llegue al día siguiente (aproximadamente 26 horas después del despegue).
El Starliner se acoplará de forma autónoma al módulo Harmony de la estación espacial durante aproximadamente una semana, tiempo durante el cual la tripulación de siete personas de la Expedición 64 descargará toda la carga que haya a bordo e inspeccionará la nave. (El Starliner puede pasar varios meses en órbita, pero esta misión será corta, ya que sólo es una prueba).
Una vez finalizada su estancia orbital en la ISS, el Starliner se desacoplará de forma autónoma de la estación y regresará a la Tierra para un aterrizaje asistido por paracaídas en Nuevo México.
Si Boeing y la NASA no descubren más problemas importantes con el Starliner durante la misión OFT-2, el primer Starliner que vuele con astronautas a bordo podría hacerlo ya en junio. Esa misión, denominada Crew Flight Test (CFT), enviará a los astronautas de la NASA Mike Fincke, Nicole Mann y Butch Wilmore a la ISS para una estancia prolongada. La NASA no ha anunciado la duración de la misión CFT, pero en 2019 la agencia dijo que sería una misión de larga duración que podría durar unos seis meses.
Por su parte, la primera misión operativa que llevará astronautas, denominada Starliner 1, llevará a los astronautas de la NASA Jeanette Epps, Sunita Williams y Josh Cassada a la ISS para una estancia de seis meses. Esa misión está programada provisionalmente para no antes de diciembre de 2021, dijeron los funcionarios de la NASA en un comunicado.
Noticia tomada de: Space.com / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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