Hoy día, la transferencia de energía es vital y en base a esta premisa, los investigadores siguen en su ardua lucha para tenerla disponible en los lugares más recónditos.

Afortunadamente, existe una investigación sobre el Internet de las cosas bajo el agua, la cual se basa en las configuraciones de información simultánea de ondas de luz y transferencia de energía (SLIPT) utilizadas para transmitir la energía y datos a los dispositivos electrónicos submarinos.
Más de dos tercios de la superficie de nuestro planeta están cubiertas por agua. Desempeña un papel importante en nuestra existencia económica, incluso en las principales verticales como el petróleo y el gas, la navegación y el turismo.
A medida que prolifera el Internet de las cosas, surgen preguntas sobre cómo se comportará bajo el agua, dado que las ondas de radio se degradan a distancia en el agua de mar, y la comunicación acústica submarina, que en realidad, funciona bien, se escucha fácilmente y no es sigilosa.
Transferencia de energía - ¿Cómo es el proceso?
Para hacer que el Internet submarino de las cosas suceda, la respuesta está en la luz, según sostienen algunos. Así, los investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdullah (KAUST) en Thuwal, Arabia Saudita, proponen comunicaciones ópticas submarinas. Recientemente, los investigadores anunciaron un experimento innovador en el que pudieron lograr una transmisión submarina bidireccional de datos y energía a más de 1,5 metros entre un sensor equipado con un panel solar y un receptor.
El sistema SLIPT será una solución a la que recurrir con más frecuencia que los cables ensartados. Y en el caso de las inspecciones de equipos subacuáticos humanos, por ejemplo, será menos propenso a errores que las señales manuales, y también a la confusión audible por ultrasonido. Sorprendentemente, hasta el día de hoy, las señales de mano siguen siendo una forma común de comunicación entre buzos.
"SLIPT puede ayudar a cargar los dispositivos en lugares inaccesibles donde la alimentación continua es costosa o no es posible", explica José Filho, estudiante de doctorado en KAUST. Filho, que ha estado involucrado en el desarrollo del proyecto láser, prevé que los barcos o embarcaciones en la superficie del agua transmitan energía a los vehículos submarinos o a los sensores de IO en el fondo del océano.
Las boyas de superficie o, incluso, los vehículos aéreos no tripulados (drones) que vuelan muy por encima de las olas turbulentas, podrían utilizarse para inyectar energía a la superficie del lecho marino y, al mismo tiempo, recibir datos, según creen los investigadores.
Conclusión – Energía y tecnología, una sinergia excelente
Todavía hay mucho desarrollo que debe realizarse antes de que el SLIPT esté operativo, pero se ve potencial. Curiosamente, los mares y océanos son cada vez más importantes para el suministro de energía. Grandes franjas de la población mundial se encuentran en o cerca de las costas, en lugar de tierra adentro.
Hoy día, se ha incrementado la necesidad de computar el enfriamiento, que el agua del océano puede proporcionar. Incluso, la energía de las olas como método para alimentar los servidores, esto significa que el mar y la tecnología se están entrelazando. Una sinergia que proporcionará valor agregado al sector energético.
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