Hay una función que es muy importante para el rendimiento de un auto eléctrico y que puede ayudar a decidir entre un modelo y otro. Se trata del freno regenerativo, que es un sistema que también podemos encontrar en algunos modelos de autos híbridos.

El freno regenerativo es un sistema que ayuda a conseguir energía para recargar la batería en los autos eléctricos o para evitar consumir combustible en el caso de los modelos híbridos. Este sistema recupera la energía cinética que se produce durante el frenado y la convierte en energía eléctrica que se almacena en la batería de los autos.
Este sistema es sumamente útil sobre todo si se conduce en entornos urbanos, debido a que cada vez que se pisa el freno ayuda a recuperar energía, lo que proporciona más kilómetros sin soltar contaminantes en el caso de los híbridos y ayuda a tener más kilómetros sin tener que buscar una toma de corriente para recargar la batería de la unidad eléctrica.
¿Cómo funciona el freno regenerativo?
Al pisar el freno del auto, el disco y la pastilla generan fricción, lo que evita que la rueda siga girando y a su vez forma la ya mencionada energía cinética que se convierte en calor. Se calcula que la energía que se ocupa para el frenado se pierde en un 80 % luego de convertirse en calor en unidades sin frenado regenerativo.
El sistema de frenado regenerativo recupera esa energía haciendo del motor eléctrico una especie de generador que convierte la energía cinética en electricidad y se envía a la batería para poder usarla durante el viaje al momento de acelerar. La eficiencia de este sistema es tal, que se logra recuperar el 70 % de la energía cinética.
Se podría pensar que el freno regenerativo es una innovación surgida por la nueva tendencia en la industria mundial de ampliar la oferta de autos eléctricos como una forma de ayudar al medio ambiente, sin embargo, esta tecnología ya daba sus primeros pasos casi al mismo tiempo en que surgieron los autos con motor. En 1890 el francés Louis Antoine Krieger creó un sistema innovador de conversiones eléctricas para los carruajes de lujo que todavía eran arrastrados por caballos en ese entonces.

El freno regenerativo más cercano a lo que conocemos actualmente se desarrolló por 1967 para un concepto de la marca American Motors Corporation (AMC) llamado Amitron. Este prototipo era eléctrico 100 % y el freno regenerativo le ayudaba a cargar las baterías y la energía recuperada le daba la oportunidad de ir de 0 a los 80 km/h en 20 segundos lo que ayudaba a que el auto tuviera una autonomía mayor.
¿Es posible usar la energía que genera el frenado de trenes?
Actualmente, España aprovecha la energía recuperada del frenado de los trenes, la cual la reutiliza para la recarga de coches eléctricos. Esto ha permitido ahorrar 5,8 toneladas de emisiones de CO2 en el último año en las dos "ferrolineras" con las que cuenta el país. Además, han registrado casi 500 recargas de vehículos.
El proyecto “ferrolinera”, como se denomina a los puntos de recarga para los coches eléctricos que están conectados a la red ferroviaria, es una colaboración entre Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y las empresas Nodos y Powen. Esta iniciativa, innovadora en el área tecnológica de investigación en sostenibilidad y eficiencia energética, persigue la recarga de baterías desde la red eléctrica ferroviaria y contribuye a impulsar la industria del vehículo eléctrico y la movilidad sostenible.
Esta iniciativa sigue la línea de descarbonización del transporte, impulsada por el Plan Transforma 2020 y el Plan de innovación estratégica de Adif, y supone una aportación a la lucha contra el cambio climático mediante la reducción de emisiones.
El proyecto cuenta con una subvención del Ministerio de Ciencia e Innovación y se ha alzado ya con dos premios: I+D Ferroviaria Global de la Unión Internacional de Ferrocarriles (UIC) y Premios europeos de sostenibilidad EFEverde.
Te puede interesar: Total planea desarrollar una planta piloto para fabricar baterías de vehículos eléctricos